El pasado domingo hubo una gran sorpresa en el fútbol femenino español y es que la Copa de la Reina no caía del lado de los clubes poderosos de este tiempo como los clásicos Barcelona o Athletic de Bilbao o las nuevas potencias como el Atlético Madrid o el Valencia sino que lo hacía del participante más modesto, aquel que se había clasificado para la Copa in extremis gracias a su octava plaza, el Sporting de Huelva.El cuadro onubense superó en el camino hacia su primer titulo a clubes a priori superiores como el Atlético (semis) y Valencia (final) algo que junto al hecho de que no tienen un fuerte club masculino como los otros participantes detrás de ellos, puesto que sobreviven gracias al apoyo de la Fundación Cajasol, da mucho más valor a su gesta.
El primer título del Sporting de Huelva aparte de un triunfo del fútbol femenino ‘modesto’ supone un hito para el ‘futfem’ andaluz, ya que para la comunidad autónoma del sur de España supone reverdecer los laureles que estaban algo marchitos desde que el Atlético Málaga lograra los únicos títulos para Andalucía tras el doblete de 1998. Un fútbol femenino andaluz, que con este golpe de efecto del cuadro onubense, ocupa de nuevo el foco de atención que la última vez que se puso en tierras sureñas fue cuando el Sevilla acarició el título de Liga en 2006.
Y el hecho de que el Sporting de Huelva reivindique el fútbol femenino andaluz es sumamente importante ya que actualmente éste no goza de muy buena salud, viendo que los clubes andaluces no tiene continuidad en Primera y se ven abocados al descenso como les ha sucedido al Granada o al Sevilla en las dos últimas campañas. Otra señal de la languidez del fútbol andaluz es que las mejores futbolistas andaluzas no se encuentran en clubes de la región sino en clubes como el Atlético de Madrid (Lola Gallardo, Ángela Sosa, Priscila Borja), Barcelona (Willy Romero, Melanie Serrano), Levante (Alharilla) o incluso en el extranjero como Celia Jiménez.
El triunfo logrado en Melilla por un club andaluz como el Sporting de Huelva, que tiene una columna vertebral formado por andaluzas como Sarita Serrat, Paulita Perea, Virgy o Martín-Prieto, puede dar alas al fútbol femenino de Andalucía y conseguir que las empresas e instituciones de la zona se vuelquen en él. Es un punto de inflexión que si no se aprovecha, luego se puede pagar caro.