El Mundial de Brasil ya acabó pero hay un país y un equipo que aún no lo han disputado y su Mundial llega ahora. Esta frase se la leí a Mister Chip el otro día y difícilmente se puede describir mejor lo que siente la afición del Bolívar, el equipo boliviano que hoy vive una jornada histórica al jugar frente a San Lorenzo las semifinales de la Copa Libertadores; que por motivos mundialistas se paró y esta semana se reanuda para definir el campeón.
Desde su llegada, Azkargorta, entrenador español, implantó un 5-4-1 basando el juego en una defensa muy sólida y buscando salir a la contra. En la Copa Libertadores este planteamiento le ha venido genial. Bolívar salió campeón en un grupo en el que, a priori, no era candidato ni siquiera a clasificarse; después eliminó a León mexicano, uno de los candidatos, y finalmente se plantó en semifinales eliminando a Lanús, campeón de la última edición de la Sudamericana. Un dato lo dice todo: de los diez partidos que ha jugado el equipo celeste en esta Libertadores sólo ha perdido uno.
Pero este equipo quiere más, no se conforma. Nunca antes han estado tan cerca de ganar la Libertadores y sus expectativas son altas. Así lo expresan sus aficionados. «Las expectativas son altas, muy altas. Los bolivaristas sólo hablamos del partido de hoy; se siente la emoción, la alegría, la ilusión. Además, Bolívar juega bien. Nosotros queremos estar en la final del próximo 13 de agosto. La esperanza es lo último que se pierde y nadie nos va a quitar el sueño de gritar campeón por primera vez en la historia».
Como es normal, la hinchada celeste califica de éxito la campaña realizada hasta el momento en la Libertadores y resaltan la importancia de Azkargorta en este triunfo. «Antes de Azkargorta estábamos en una etapa nada buena. Xabier fue pieza clave tanto en el orden táctico como, sobretodo, en la recuperación anímica. Más que un entrenador, el ‘Bigotón’ es un motivador» me cuentan Rodo y Soruco, dos hinchas de la Academia. «Cómo con Bolivia en el 94, ha dotado de identidad al equipo y convenció a los jugadores de su sistema» sentencia Huari, otro fiel aficionado celeste.
Una de las peculiaridades de este Bolívar es que Azkargorta no es el único español en el equipo. En el vestuario celeste también encontramos a Juanmi Callejón, Capdevila y Edu Moyá; tres jugadores españoles que emigraron hacia tierras bolivianas y están haciendo historia junto con el resto del equipo. Sobretodo los dos primeros. Callejón y Capdevila son dos piezas fundamentales en el esquema de la Academia y han sabido ganarse el respeto y el cariño de la afición bolivarista con sus buenas actuaciones.
Y hoy llegan, por fin, las semifinales y frente a San Lorenzo, el máximo favorito a alzar la copa. Más difícil todavía pero este equipo ya ha demostrado durante toda la competición que es un hueso duro de roer y que los rivales van a tener que hacerlo muy bien si quieren acabar con su sueño de levantar esta Copa. Comandados por ‘Conejo’ Arce, Callejón y Quiñones este equipo quiere y puede con todo. Los jugadores y la hinchada saben que representan más que a un equipo, a un país entero en una cita histórica y sueña con levantar la Copa Libertadores por primera vez. La esperanza del fútbol boliviano se llama Bolívar y ese anhelo está más cerca que nunca de hacerse realidad. La Academia cree. Y eso les hace más peligrosos aún.