Por el año 1986 estaba echando a andar la recién creada LFP que apareció en la temporada 84/85 (hasta entonces el campeonato nacional de liga era organizado y dependía de la RFEF). En esa primera etapa de su andadura se buscó dar un giro al campeonato, por lo que para la temporada 86/87 se organizó un sistema de competición un tanto extraño y complicado y que difiere totalmente del sistema actual. Ese raro invento hizo que dicha temporada haya quedado en el acervo futbolístico como “la liga del play-off”.
El formato de competición, que se asemejaba al empleado actualmente en la Jupiler Pro League belga, se desarrolló en dos fases: una regular y otra de play-off. La primera parte del campeonato liguero se desenvolvió de manera convencional, sin ninguna novedad. En ella los dieciocho equipos, que por aquel entonces formaban la primera división, se enfrentaron a doble vuelta entre finales de agosto y principios de abril.
Con la segunda fase del torneo llegó la singularidad de esta temporada. Al finalizar las 34 jornadas de la primera fase, se fraccionó la competición en tres grupos: Por un lado, los clasificados del primer al sexto puesto se enfrentaron por el título, por otro, los comprendidos entre la séptima y duodécima posición se disputaron una plaza en la copa de la liga de fútbol profesional. Mientras que los seis últimos lucharon por evitar el descenso.
Esta segunda fase se disputó, al igual que la anterior, en forma de liguilla a doble partido entre los equipos de cada grupo, sumándose los puntos logrados en esta fase a los alcanzados en la anterior. Lo que implicó a su vez que la temporada terminara con un total de 44 jornadas (34 de la primera fase más las diez de la liguilla de play-off), a la postre la mayor en número de jornadas superando a otra temporada singular en el fútbol español: «la liga de los 22» (1995/96 y 1996/97).
Por tanto no fue un sistema de play-off eliminatorio, frecuente en otras disciplinas como el fútbol sala, el baloncesto, etcétera; o el introducido en Segunda División para dirimir la tercera plaza de ascenso; sino que los equipos se distribuían en cuanto al objetivo para el que iban a luchar en una segunda parte, pero al hacerse en forma de liguilla y sumarse los puntos a los conseguidos en la primera fase se seguía premiando la regularidad.
A la conclusión de la primera parte del campeonato el Real Madrid encabezaba la clasificación con 50 puntos, seguido por el Barcelona con 49. En la liguilla por el título no hubo sorpresas y al finalizar las diez jornadas el Real Madrid se hizo con el título por tres puntos sobre el conjunto azulgrana.
La liguilla por una plaza en la copa de la liga de futbol Profesional la ganó el Atlético de Madrid, seguido de la Real Sociedad. Este torneo fue otra de las innovaciones de la temporada. En los años anteriores, desde 1983, se había disputado la Copa de la Liga, un torneo por eliminatorias que enfrentaba a los equipos de primera división (aunque posteriormente se dio entrada a algunos conjuntos de divisiones inferiores y se organizaron torneos similares para Segunda, Segunda B y Tercera). Esta competición se disputaba en el mes de junio, lo que determinaba una mala ubicación en el calendario y una carga de partidos, a lo que se sumó que los resultados económicos no fueron los esperados.
Por todo ello, en la temporada que nos ocupa (86/87) se decidió reducir la competición a un enfrentamiento entre los campeones de Liga, Copa del Rey y del play-off entre el séptimo y el duodécimo. Esta especie de triangular debía celebrarse al terminar la temporada, pero el calendario resultó agotador para los clubes y finalmente no se disputó ninguna Copa de la Liga.
Realmente fue una temporada de probaturas y en la que muchas decisiones se tomaron sobre la marcha. Ejemplo de ello es, que en un principio los tres últimos clasificados de la liguilla por el descenso perderían la categoría, pero durante la competición se decidió aumentar a veinte equipos la Primera División. Por lo que se dispuso que los tres últimos clasificados: Osasuna, Racing de Santander y Cádiz se enfrentaran entre sí en una nueva liguilla a partido único que llevó a Segunda al Racing que paradójicamente había obtenido más puntos a lo largo de la temporada que el Cádiz.
Finalmente el peculiar invento no tuvo éxito y no se ha vuelto a emplear. El formato resultaba ya de por sí extraño y las decisiones tomadas sobre la marcha tampoco contribuyeron a que el sistema lograra la aceptación necesaria para perpetuarse entre clubes, organizadores y aficionados. Quizá esto explique que haya quedado relativamente en el olvido y no sea muy conocido. No obstante, hace pocos años, durante el dominio abrumador del Barcelona y el Real Madrid en el torneo liguero, se escucharon algunos tímidos rumores que abogaban por establecer un sistema de play-off que redujera las diferencias en la lucha por el título, pero sólo fueron eso, rumores.