¿Qué le pasa al fútbol español con Hacienda? Esta es la pregunta que se hacen los aficionados de cada equipo. El fútbol español tiene una deuda de más de 600 millones con la Agencia Tributaria, aquí se incluyen a todos los equipos de Primera y Segunda división, con las excepciones de Real Madrid, Barcelona, Athletic de Bilbao y Osasuna. No es que estos equipos no tengan deuda, pues seguramente se sitúen en cabeza, sobre todo los dos grandes del fútbol español, sino que juegan con una doble ventaja: al no ser sociedades anónimas, sus cuentas no tienen por qué ser publicas.
Las deudas de los equipos españoles, que no son sólo con Hacienda, acumulan en total un montante de más de 3000 millones de euros, de los cuales 500 millones son responsabilidad del Atlético de Madrid y 380 del Valencia, repartiéndose el resto del pastel entre los demás equipos. En esta categoría, de nuevo, se excluye a Real Madrid y Barcelona.
El problema de las deudas se acrecienta en la Segunda división. Las medidas para poder inscribirse en la categoría son cada vez más estrictas, debido a la propia iniciativa de los presidentes de los clubes para sanear la competición. Pocos equipos cumplen con los requisitos o exigencias a las que son sometidos y la mayoría se ven con problemas a la hora de cuadrar las cuentas. El año pasado le tocó al Guadalajara, quien fue uno de los primeros equipos perjudicados por este asunto. Acumulaba una importante deuda y no cumplía los requisitos por lo que fue descendido de categoría en beneficio del Real Murcia. Casualidad o no, ahora es el Murcia quien parece no cumplir los requisitos según Javier Tebas, presidente de la LFP. Así la plaza que recuperó el año pasado en los despachos, parece que la perderá ahora en el mismo terreno. Su descenso a Segunda B parecía ser ya definitivo, pero el Murcia ha ido más allá y un juzgado de lo mercantil de Madrid le ha dado la razón para que sí pueda inscribirse en la Liga Adelante. El conflicto seguirá en una lucha por ver quién es el más fuerte y quién se sale con la suya. Los que sí han podido inscribirse tras muchos problemas han sido Racing de Santander, Zaragoza, Mallorca y Recreativo de Huelva entre otros.
Teniendo en cuenta que la deuda por ejemplo del Murcia es de unos 18 millones de euros, de los cuales unos 12 son con Hacienda y que la deuda del Atlético de Madrid o Valencia va mas allá de los 300 millones de euros, ¿por qué a estos clubes no se le ponen problemas a la hora de inscribirse y se le aceptan unos acuerdos para ir pagando poco a poco su deuda? ¿Dónde radica el problema de la cuestión? ¿En la deuda que tienen o en la viabilidad que tienen para pagarla?
Una cosa predomina en estos casos, a los únicos clubes que con deudas se le ponen trabas para inscribirse, son a los equipos de Segunda división. La respuesta a estos casos puede estar en que lo que se mira primordialmente es la viabilidad que pueden tener los equipos a la hora de pagar sus deudas y no lo abultada de su deuda. Y la viabilidad parece depender de la categoría. Un club en Primera división parece ser viable, por lo menos hasta que pegue el batacazo, mientras que en Segunda división los ingresos son menores y los excesos se pagan más caros. Otra teoría tendría que ser meramente política, a ningún gran partido le interesa meter mano en Primera división por razones obvias, mientras que en la Segunda división, hablamos de clubes más pequeños y con menos masa social a los que resulta menos impopular intervenir.