Una de las novedades de la Liga NOS para la próxima temporada es el que será el tercer equipo de Funchal (ciudad que contará en el primer escalón con más equipos que Oporto y los mismos que la capital, Lisboa), el União de Madeira. Después de garantizar su regreso a la élite (estuvo cinco temporadas en los 90), el plantel unionista prepara la nueva temporada con ilusión pero con una gran incertidumbre, es el único equipo profesional en Portugal que no tiene estadio que acoja sus partidos como local. El utilizar el estadio Barreiros, obtenido en propiedad por el Marítimo hace algunos años, es el gran objetivo club azul y amarillo.
Todo viene a raíz de que el Nacional obtuviera unos terrenos públicos a finales de los 90 para construir su pequeño Estadio de Madeira para así tener un lugar propio y dejar de compartir el Barreiros con su gran rival ciudadano, el Marítimo. Y años después para compensar también al Marítimo el gobierno autonómico de Madeira le cedió en 2007 el estadio municipal Barreiros, que amplió su capacidad hasta dejarla en 8.922 espectadores. Esta generosa concesión obligó al União de Madeira a trasladarse al pequeño campo de césped artificial Adelino Rodrigues con aforo para tres mil asistentes, un recinto no muy apto para la élite del fútbol portugués, de hecho la LPFP no ve con buenos ojos su uso (principalmente por la cuestión del terreno de juego sintético).
Posteriormente, visto el apoyo de su afición que necesitaba un recinto más grande, el União se mudó a la localidad de Machico donde utilizó el estadio del AD Machico, club que finalmente le privó de esa oportunidad al alegar incumplimiento de pagos por su uso. Y de ahí el club de azul y amarillo se mudó al Centro Desportivo da Madeira, en la localidad de Ribeira Brava, que debe abandonar ya que su pequeño aforo y la asiduidad de torneos de atletismo que acoge, lo hace inviable para ser la sede de un equipo de Primeira Liga.
Con estas tesituras, el presidente del União de Madeira, Filipe Silva, señala la incertidumbre de estar siempre con la ‘casa a cuestas’ e insiste que todas estas concesiones a los otros equipos isleños se hizo «de manera intencionada porque querían que el União desapareciese pero estamos vivos y cada día más fuertes». Ese progreso y esa fuerza son el aliento que mueve al club para tener un hogar digno en su regreso a la élite. El deseo de Silva y todo el equipo es el regreso al Barreiros, pero eso depende del gobierno autonómico de y del Marítimo.