Un brasileño, un francés y un catalán están negociando en un hotel y de por medio la cifra de 222 millones de euros. Contado así parece el inicio del típico chiste malo español, pero forma parte de la historia más cacareada de este verano. Y es que no hay época estival en el panorama futbolero que se tercie sin un buen culebrón para copar portadas y llenar minutos en televisión.
Este año pensábamos que ya lo habíamos visto todo con el ‘Caso Vitolo’. Nada más lejos de la realidad. En el momento en el que el nombre de una estrella, Neymar, y de dos clubes galácticos, París Saint-Germain y Barcelona, se ven envueltos, el rumor se convierte en nuestro pan de cada día y todo lo demás queda relegado a un segundo plano.
Así, podríamos pensar que el ‘Caso Neymar’ tiene algo de especial, y sin duda es la cifra que podría alcanzar su fichaje por el club parisino (la cual le convertiría en el mejor pagado del mundo), pero en el mismo se repiten los síntomas de capricho de la estrella de turno.
Empecemos por el principio. El brasileño llegó al equipo blaugrana hace cuatro temporadas. En el mismo se ha convertido en pieza indispensable y, junto a Messi y Suárez, forma uno de los tridentes más temidos en esto del balompié. Hasta ahí todo es bueno. Sin embargo, es por sus compañeros por donde parece que le vienen los problemas a Neymar. Y no es que no se lleve bien con ellos, sino que, aunque no se desempeñe como delantero al 100%, para él, el vivir a la sombra del bueno de Leo no le termina de hacer feliz. O eso dicen.
Y para hacerlo feliz y que tenga más posibilidades de ganar el Balón de Oro (uno de los trofeos que se le resisten) han llamado a su puerta los petrodólares del PSG. Solo un equipo con su gran chequera podría hacer frente a la friolera de 222 millones de cláusula por sus servicios.
A todo esto, hay que recordar que el Barcelona le renovó su contrato el año pasado hasta 2021. Un Barça que por supuesto luchará para que su estrella siga en casa, pero usando armas diferentes. El club se plantea incorporar a hombres como Paulinho y Coutinho por ser amigos íntimos del crack y también por su desempeño futbolístico.
Además, desde las filas blaugranas todo son elogios para ‘Ney’. Famosa se ha hecho ya la foto que colgó Gerard Piqué en sus redes sociales junto a él y con el mensaje de “se queda”. Más claro imposible. Sin embargo, Piqué no es quien decide en este asunto y a cada rato del día el brasileño cambia de camiseta.
Para terminar de cerrar este triángulo, en último lugar, y no menos importante, está el padre/representante de Neymar. ¿Quién puede temer a un agente habiendo padres? Se deberán preguntar por las oficinas del Camp Nou. Neymar Sr. está sabiendo poner contra las cuerdas al Barcelona y también supo cómo sacarle partido a su hijo (véase el fichaje que en su día hizo por este último, que por otro lado no ha sido indiferente en términos legales).
Y entre dimes y diretes, el brasileño ha hecho lo que mejor saber hacer: jugar al fútbol. En el primer partido de pretemporada con Valverde al mando, ‘Ney’ hizo dos goles y dio una auténtica exhibición. Eso por si a alguien le quedaban dudas de que es una buena inversión.
Para terminar, me gustaría explicar eso que mencioné antes de los síntomas de capricho de la estrella de turno. Son los siguientes: El protagonista o alguien de su entorno dice que está triste, disgustado en su equipo; los medios persiguen al jugador y captan cualquier movimiento o guiño para intentar absurdamente descifrarlo; el futbolista da una de cal y una de arena a su equipo (se le puede ver confraternizar con sus compañeros o hacer buenos partidos, mientras sigue reuniéndose con sus ‘novias’); todo ello sin que nunca salga a hacer declaraciones; al final, el equipo en cuestión termina por ceder a algunas de las peticiones de la estrella, que además verá incrementando su sueldo (sin importar si hace mucho o poco que se le revisó). Como ven, algo que ha pasado en más de una ocasión (al mismo Barça con Messi, por ejemplo) y que Neymar ha copiado a la perfección. ¿Conseguirá el brasileño llamar la atención de su directiva y mejorar sus condiciones como azulgrana o cederá a la tentación del PSG? Sea cual sea el resultado, el chico ha demostrado ser un cotizado avispado. Hagan sus apuestas.
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Llegué por el artículo de Ney y también le eché una mirada al de Vitolo (como hincha de la Universidad de Chile todavía sigo la carrera de Jorge Sampaoli, ya que tuvo un gran paso por mi club, así que me causó curiosidad lo de Vitolo, ya que leía en los foros el cariño que la afición le tenía).
Como dices, el tema de Neymar ha sido la sensación del verano, sobre todo por la forma en que el club, por un lado, y la afición, por el otro, han actuado. El Barcelona ha demostrado no estar preparado para negociar por jugadores, ni tampoco parece haber tenido prospectos para cubrir la posición. Y es algo raro considerando que el equipo no estuvo a la altura en la UCL pasada, pasando a los tumbos contra el PSG y cayendo inapelablemente ante la Juve. Tal vez incluso Vitolo hubiese sido bueno en esta pasada, ¿verdad?.
Por otro lado, la afición siempre tiende a esperar que el jugador se quede en el club, como una vuelta de mano a ese cariño que uno les brinda. Por ahí, para mí es menos dramático, porque en el ciclo de la vida de los jugadores, yo los veo salir jóvenes y volver a retirarse en la que aprendieron que era su casa, en ese sentido estamos mucho más cerca del Sevilla que del Barcelona.
Pero el caso Neymar es muy distinto al de Messi. Lio se crió en la Masía, y allí recibió el tratamiento que le permitió ser futbolista. A cambio escribió las páginas más gloriosas de su club, y es muy probable que en ese corazón rosarino (que vaya que son apasionados leprosos y canallas), tenga un espacio incluso más grande para la blaugrana que para la de Ñuls.
En cambio Ney ya había jugado un Mundial de Clubes con el Santos, ya había ganado una Libertadores, y era pieza clave de la Seleçao. Entendiendo que, como hincha, uno siempre espera que los jugadores dejen el alma en la cancha, los clubes grandes tienen la obligación de ganar, sobre todo aquellos cuya base de hinchas es mayor a nivel mundial que local (Barcelona, Real Madrid, Bayern München, Manchester United, Juventus, AC Milan, Inter Milan). Y en esa negociación entre el amor por la camiseta y la victoria, también puedes ver que se ficha a Neymar, a Suarez, a Rakitic, a André Gomes, a Arda Turán, en vez de ir a por Oleguer, Cesc, o tal vez cuanto chico catalán que nunca conoceremos.
Por el lado de Neymar, es pedazo de desafío. Piensa que, como marca deportiva, Ney es más grande que el PSG (compara seguidores en redes sociales, presencia de marca a nivel mundial en prensa, etc), sus posibilidades en el Balón de Oro dependerán de que tan bien le vaya a su equipo, pero, por sobre todo, estará rodeado de brasileños, y de seguro vendrán más (y eso es importante, ya que, como los tiempos para entrenar en la selección son cortos, aquellos países cuya base proviene del mismo equipo se vuelven dominantes, como Barcelona/España 2010, o Bayern München/Alemania 2014). Sabiendo que el PSG es Catar, y que Neymar es Brasil, el proyecto debe ser levantar la Copa del Mundo para Brasil en Catar 2022, con la base de la selección en el PSG.
Saludos!