Después de dos temporadas llenas de contratiempos y malos resultados deportivos y un inicio de 2020/2021 dubitativo, el Real Betis Balompié vive un momento dulce. Encadena victorias, no conoce la derrota en este año, y, lo más importante, convence y sabe a lo que juega. En definitiva, tiene una identidad.
Manuel Pellegrini, actual técnico verdiblanco, ha dado con la tecla y ha encontrado un once estable que le está dando réditos deportivos hasta tal punto que el cuadro de la Avenida de La Palmera ya se ha olvidado de mirar al descenso y otea en el horizonte la posibilidad de luchar por la clasificación para competiciones europeas. Lejos queda aquel equipo que deambulaba, que no competía y que al primer golpe recibido sucumbía sin capacidad de reacción alguna.
La entrada de futbolistas jóvenes como Juan Miranda, Aitor Ruibal o Diego Lainez ha otorgado al equipo un plus de ambición, oxígeno, de piernas y de físico muy importantes en el modo de juego del fútbol actual. Estos jugadores conforman una base sobre la que iniciar un nuevo proyecto y con la que rehacer una plantilla que había fracasado en el último año de Quique Setién y también con Rubi, la cual mostraba desgaste, hastío y derrotismo. A la que se le unían sueldos desorbitados de los futbolistas del plantel en proporción a las clasificaciones ligueras que se están y estaban obteniendo, desembocando todo en una crisis económica para la institución heliopolitana, agudizada aún más por la crisis del coronavirus. Dicha situación en la tesorería obliga y empuja al Real Betis, incluso más que el aspecto deportivo, a realizar la remodelación.
Con este contexto en el equipo, surgido bien por la clarividencia del prepador chileno o por las bajas antes del derbi del 2 de enero, punto de inflexión en la trayectoria bética, el cambio de tendencia es evidente, el camino se ha encontrado y el futuro está encaminado para que estos jugadores tomen peso y sean la base sobre las que iniciar la reconstrucción. Miranda, Lainez o Ruibal, junto a las crecientes aportaciones de Paul Akouokou y Rodri, representan la nueva sangre del beticismo. Futbolistas jóvenes, adaptados a las exigencias y el ritmo del juego actual, con potencial y con la obligación de ser desarrollados para que marquen cada día más diferencias en el equipo. Necesitan minutos. Y, lo más importante, son baratos, con sueldos asumibles que permitirán al Betis tener mayor flexibilidad en el límite salarial.
Debido a esto, en el futuro no caben futbolistas veteranos, o no tanto, con mucho sueldo y que proporcionan un rendimiento que comienza o lleva tiempo siendo decreciente, habiendo mostrado que sus etapas como béticos estaban más que finiquitadas. Obviamente, la dirección deportiva liderada por Antonio Cordón no podrá deshacerse de todos los jugadores que dan este perfil, ya que el mercado de compra-venta en el fútbol está muy congelado, no siendo el Real Betis el único club que tiene sus arcas al límite.
Desgranando línea por línea, siguiendo los pasos de la reconstrucción deportiva y la obligación de ajustar salarial y económicamente, la plantilla verdiblanca parece tener la hoja de ruta marcada, obviando qué suceda deportivamente en lo que resta de la actual temporada.
Porteros: Renovación total. Joel Robles no da el nivel como portero titular en LaLiga. Claudio Bravo sigue siendo aprovechable pero las lesiones le dejan sin continuidad y Dani Martín debe salir cedido.
Defensas: Miranda muestra el camino a expensas de que resuelva su futuro con el Barcelona. Montoya, recién firmado. Incógnitas con Mandi, ya amortizado, y su renovación. Bartra «casi» no tiene mercado. Víctor Ruiz está asentándose como un central válido de rotación y Sidnei debe salir. Por Álex Moreno nadie pagará los 7’5 que desembolsó el Betis. Emerson, con potencial, pero el Barcelona lo usará para hacer caja.
Medios: Guido Rodríguez y Sergio Canales lideran el equipo y deben ser los futbolistas sobre los que se construya. Paul Akouokou y Rodri han de ganar peso. William Carvalho debe salir tras decepcionar y Guardado está dando sus últimos minutos como bético. ¿Camarasa?
Extremos: Lainez y Aitor Ruibal son la base actual. Minutos y minutos. Cada día serán mejores. Si continúa Joaquín debe hacerlo por el mínimo salarial y con el rol actual. Jugador de banquillo. Tello debe salir. Juanmi no ha rendido. Róber González tendrá su oportunidad.
Delanteros: Nadie duda del rendimiento de Fekir pero no estar en Europa obliga al Betis a venderlo y deshacerse de su astronómica ficha. Todo depende del éxito deportivo. Por Borja Iglesias nadie pagará y Loren es un activo valioso por el que hacer caja llegado el momento. Raúl García está llamando a la puerta.